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miércoles, 23 de abril de 2014
Escape
El sonido de la Sirena de la ambulacia se apoderaba de la tranquilidad de la calle. Un niño de tres años tirade en el pavimento con la cabeza ensangrentada. La madre temblaba con temor a ver a su hijo gritaba pidiendo auxilio, no sabía que hacer. Los vecinos iban llegando al lugar para ver de cerca lo ocurrido.-
-Ese niño se mató- dijo una mujer.
-No diga eso señora, le dijo otra- lo digo, porque yo lo ví cuando se calló del balcón.
Mientras los vecinos hablaban y murmuraban entre sí, la madre hablaba con los oficiales de policía que también habían llegado al lugar de la tragedia.
De repente, llega un hombre corriendo agitado como loco gritando- Rosa, Rosa, ¿qué hiciste?
Y sin decir una palabra más, llegó frente a ella y sin medir las consecuencias sacó una pistola y disparó contra la mujer que hablaba con los policías matándola al instante.
10 años después
- Javier, Javier, ven a comer
-ya voy mami-titi
Entró a la cocina y se lavó las manos. -Tengo hambre mami titi. Ya estoy listo. Javier caminaba con muletas especiales y un casco protector a raíz del accidente que casi le cuesta la vida siendo un infante.
Ring-ring (timbre de la puerta)
¿Quién será? Dijo Elena - no esperó a nadie y preguntó a Javier ¿Serán tus amiguitos? -no mami titi yo tampoco espero a nadie.
Deja ir a ver quién será. Se dirigió a la puerta y abrió sin preguntar. Por poco cae al suelo. Era Juan el padre de Javier. -Hola Elena, vine por mi hijo. Apresurada cerró la puerta le puso el cerradero y gritó desde el interior. -lárgate de aquí asesino. Me tendrás que matar a mi también para quitarme al niño. Juan parado frente a la puerta le contestó: regresaré inmediatamente con la policía y te lo quitaré, Javier se mi hijo, no tuyo.- Haz lo que te dé la gana pero lárgate de aquí.
Juan se marchó. Elena miraba por la ventana para asegurarse de que hubiese marchado. Subió corriendo las escaleras tomó un bulto grande echó varias cosas personales, corrió a la habitación de Javier e hizo lo mismo. Sin decir una palabra abrió su vehículo, tiró los bultos en el interior del mismo y corriendo fue hacia la cocina cargó a Javier mientras le decía. "Corazón recuerdas que siempre te decía que algún día íbamos a tener que salir corriendo de ésta casa" -Sí Mami titi, lo recuerdo siempre.
- bueno mi niño pues ese día a llegado. Tenemos qué irnos ahora mismo.
Un hombre muy malo nos quiere separar.
- No, no no mami titi- gemía Javier. - yo no quiero que nos separen. Corre, corre vámonos rápido.
Elena colocó a Javier en el asiento delantero de pasajero, volvió a entrar a la casa buscando las muletas de Javier y recordándolas en la cocina corrió hacia ellas, las tomó y salió corriendo de la casa tirando la puerta. La prisa era
tal que se olvidó de cerrar con llave.
Entró al carro, lo encendió y sin mirar hacia atrás se fue de su casa con su querido niño.
Elena estuvo manejando por tres horas corridas, se detuvo en una gasolinera, llenó el tanque de la gasolina y parqueó su vehículo en un restaurante de comida chatarra para estirar las piernas de ellas y las del niño. Ayudó a Javier a salir del auto pasándole sus muletas con todo el amor de madre que sentía por Javier.
-Gracias mami titi por pararte un ratito, ya me urge usar el baño y me duelen las rodillas. Además tengo hambre.
Elena se sonrío y dijo mirando a su hijo, ay, ay, ya pero cuantas quejas pero venga mi amor vamos a entrar.
En lo que Javier usaba el baño público, Elena ordenaba la comida para ambos. Durante la comida Elena informó al niño de sus planes inmediatos- por lo pronto hijo estaremos tres horas más por carretera y nos quedaremos a dormir en un motel y mañana iremos a comprar un vehículo de recreación para vivir nuestra nueva aventura. Visitáremos todos los lugares del país y hasta podríamos cruzar la frontera más adelante. -Javier escuchaba emocionado lo que sería una interesante aventura para el y su mami-titi.
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