He querido crecer sin que pase mucho tiempo y he caído no sé ni cuantas veces por desesperada. He aprendido a caminar mas despacito y voy notando en el andar los errores ahora de otros hechos por mi anteriormente. Ahora ya no me interesa crecer, si pudiera escoger me quedaría un tiempo aquí, sentada, observando para luego concluir con una historia que hable de mí, de nosotros y de ellos. Pero entiendo y comprendo que la vida continúa quiera yo ó no. Así que proseguiré mi camino y aprovecharé todo lo que llegue hacia a mí. Tengo la certeza de que no me desviaré a buscar lo ajeno pero lo mío lo sujetaré de tal manera que sólo Dios podrá quitarmemelo. Eso es así.