Claro, por supuesto que me dan deseos de gritar, patalear, insultar y de... Pero ¿Y que gano con eso? ¿Poner a disfrutar a otro de mi circo gratuitamente? No, no lo creo. Aprendí que para todos esos males venenosos existen dos antídotos. ¿Sabes tú, cuales son? Pásenla bien. ☀
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